Xiskya Valladares (la monja twittera): “No tengan miedo de hacerse ciudadanos del mundo digital”
El catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Antonio Lucas, ha pronunciado este sábado en Jaén la conferencia final del VIII Simposio ‘Diálogo y convivencia’ hablando de los modelos actuales de convivencia social. “Hemos pasado en poco tiempo de una sociedad tradicional a una industrial y a otra de la comunicación muy diferentes. En la sociedad digital el modo de convivir es el modo de comunicar”, ha asegurado..
Un poco antes, las redes sociales han estado muy presentes con testimonios en primera persona, como el de Xiskya Valladares, llamada la monja twittera y cofundadora de iMisión con más de 30.000 seguidores en esta red social. La religiosa ha señalado que hoy día la lengua más hablada en el mundo no es el inglés sino el lenguaje binario del mundo digital. En este sentido considera que la Iglesia necesita hablar el idioma del mundo, pasar del lenguaje analógico al digital, se más audiovisual.
Xiskya Valladares ha insistido en que el mundo necesita una Iglesia en diálogo y para evangelizar es indispensable el testimonio, de ahí que ha pedido a los asistentes que no tengan miedo de hacerse ciudadanos del mundo digital.
En la misma mesa redonda ha participado la joven Sofía Altimari di Benedetto, subdirectora del portal de catequesis Arguments, que además de hablar de aspectos concretos de su trabajo en el mundo digital en el que participan más de 150 personas, ha asegurado que para hablar con gente que piensa distinto hay que buscar siempre hacerlo de forma positiva, buscar los puntos en común. Sofía Altimari no solo ha contado cómo funciona #Arguments sino que ha animado a cambiar el mundo por Internet porque “no puedes cambiar el mundo solo” y hay gente estupenda con la que colaborar.
Más de una decena de expertos de los ámbitos de la docencia, la comunicación, el cine, la teología y el derecho han analizado este fin de semana en Jaén el fomento de la cultura del diálogo y del encuentro entre personas y colectivos de diferentes modos de pensamiento y vida, dentro del VIII Simposio San Josemaría Escrivá, que ha reunido a más de 300 participantes.
El coach Carlos Andreu ha retado a los asistentes a conocerse a sí mismos con un ejercicio práctico con el objetivo de conocerse más para enfadarse menos y dialogar mejor, porque “no puedes cambiar tu forma de ser, pero sí puedes modular con tu comportamiento”, sin “justificar tu comportamiento en tu forma de ser”, “ponerte en los zapatos del otro, entender al que tienes delante”.
El subdirector del centro de Documentación y Estudios José María Escrivá de Balaguer, Onésimo Díaz, ha hablado de la residencia de la calle Jenner en Madrid, que fue un espacio de convivencia entre 1939 y 1943 para jóvenes estudiantes de entre 17 y 19 años al término de la Guerra Civil y en medio de una guerra mundial. Y en el panel sobre Convivencia y cambios sociales, los asistentes han podido escuchar tres formas de concebir el diálogo con la sociedad desde la perspectiva audiovisual.
El Simposio ha finalizado, tras la conferencia de Antonio Lucas, con las palabras del obispo de Jaén, Amadeo Rodríguez, con la presencia del vicario del Opus Dei en Andalucía Oriental, Javier Palos, que ha destacado la capacidad de atracción que continúa teniendo la figura de San Josemaría que siempre quiso tratar con católicos y no católicos.
El obispo de Jaén ha recordado durante su intervención al beato Pablo VI, contemporáneo de San Josemaría, que en pleno Concilio Vaticano II escribió una encíclica sobre el diálogo que ha recomendado leer.
Por otro lado, el Premio del Simposio ha sido este año para el Terral. Un centro de actividades del Raval de Barcelona promovido por Raval en acció, donde se desarrollan programas orientados a proporcionar apoyo socioeducativo a jóvenes y mujeres, la mayoría inmigrantes, y ofrecen recursos que facilitan la inserción laboral y la integración. Para llevar a cabo los programas se promueve el voluntariado entre estudiantes y profesionales.
Y de forma paralela se ha presentado el proyecto Kazuka con el que se becará a una serie de estudiantes de Kenia sin posibilidades económicas para que puedan acceder a la Universidad y así contribuir al desarrollo del continente africano.
Este es el octavo simposio que se celebra desde 2002, de forma bienal, con una media de 400 personas cada uno, procedentes de distintos países como mexicanos, franceses, argentinos, chilenos, holandeses, italianos, ingleses, finlandeses, bielorrusos, keniatas y nigerianos.
El Simposio está organizado por la Fundación Catalina Mir, una entidad de beneficencia particular, aprobada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que tiene como fines promover y realizar actividades de carácter asistencial, cultural y social.